... pero, ¿cómo? Si siempre estoy volviendo."
Aníbal Troilo
Como si necesitáramos otra evidencia para confirmar que el rock hoy por hoy debe, necesariamente, mirar hacia atrás como una especie de barajar y dar de nuevo, se puede decir sin miedo que 2007 es el año de las vueltas. Muchas bandas, la mayoría de ellas separadas hace un tiempo, han decidido reagruparse por las más diversas razones. Algunas sólo por diversión, otras por dinero, otras para revivir alguna carrera en proceso de descomposición, los regresos se cuentan por decenas y tienen, en algún caso, un sabor dulce.
Los dos retornos más afamados (y que más retorno económico tienen, sin dudas) son los de The Police (allá) y Soda Stereo (acá). Por un lado, los de Sting se embarcan en un millonario retorno a más de 20 años de su último show en 1984. La unión del mencionado amante del tantra con sus ex compañeros Summers y Copeland sabe más a pasar un buen momento que a sólo juntar un buen dinero, aunque una sea consecuencia lógica de la otra.
Por el otro, el también trío de Cerati, Bosio y Alberti se embarcará a partir de octubre en una gira, también de millones, que los mostrará reunidos a 10 años del célebre Último Concierto. Las millonarias cifras que trascendieron, más la apatía general de los miembros de Soda hacia esta reunión, hacen pensar más en un buen movimiento financiero y de marketing que en una idea de corazón.
Otros célebres regresos, tal vez sin la liquidez de aquellos mencionados pero con una buena dosis de calidad, son los de unos veteranos Los Gatos (acá) y Genesis (allá). Instado en primer nivel por el éxito que ha tenido un intenso movimiento de reediciones y revisiones de nuestro viejo rock, Litto Nebbia finalmente se amigó con su pasado y decidió juntar a sus viejos amigos para descoserla como hace treinta años, en shows muy ajustados y contundentes donde se destacó el misterioso guitarrista Kay Galiffi y no faltaron los invitados y un sentido homenaje al fallecido baterista Oscar Moro.
Entretanto, los ex capos del rock progresivo han decidido volver a diez años de su última grabación y a más de veinte de su último show. Con un aliciente: los originales que estarán en el tour serán sólo Phil Collins (voz), Mike Rutherford (guitarra) y Tony Banks (teclados) con el agregado de los frecuentes sesionistas del Genesis original, Chester Thompson (bajo) y Daryl Stuermer (batería); optando así por prescindir del cantante original del grupo Peter Gabriel y el guitarrista Steve Hackett. La motivación parece ser una mezcla de amistad duradera con una intención de revivir alicaídas carreras como solistas.
Otras vueltas afamadas nos muestran a un Bunbury (forzosamente?) amigado con su pasado y volviendo con los Héroes Del Silencio, a The Jesus And Mary Chain tratando de recuperar envión para sus carreras, a Rage Against The Machine superando a Audioslave y volviendo a lo que saben hacer bien, en fin... Todo un aluvión de regresos que nos muestran una sola cosa: que el mundo del rock está sumamente falto de ideas. Y necesita alimentarse de viejas y nostálgicas vueltas para sobrevivir.
Los dos retornos más afamados (y que más retorno económico tienen, sin dudas) son los de The Police (allá) y Soda Stereo (acá). Por un lado, los de Sting se embarcan en un millonario retorno a más de 20 años de su último show en 1984. La unión del mencionado amante del tantra con sus ex compañeros Summers y Copeland sabe más a pasar un buen momento que a sólo juntar un buen dinero, aunque una sea consecuencia lógica de la otra.
Por el otro, el también trío de Cerati, Bosio y Alberti se embarcará a partir de octubre en una gira, también de millones, que los mostrará reunidos a 10 años del célebre Último Concierto. Las millonarias cifras que trascendieron, más la apatía general de los miembros de Soda hacia esta reunión, hacen pensar más en un buen movimiento financiero y de marketing que en una idea de corazón.
Otros célebres regresos, tal vez sin la liquidez de aquellos mencionados pero con una buena dosis de calidad, son los de unos veteranos Los Gatos (acá) y Genesis (allá). Instado en primer nivel por el éxito que ha tenido un intenso movimiento de reediciones y revisiones de nuestro viejo rock, Litto Nebbia finalmente se amigó con su pasado y decidió juntar a sus viejos amigos para descoserla como hace treinta años, en shows muy ajustados y contundentes donde se destacó el misterioso guitarrista Kay Galiffi y no faltaron los invitados y un sentido homenaje al fallecido baterista Oscar Moro.
Entretanto, los ex capos del rock progresivo han decidido volver a diez años de su última grabación y a más de veinte de su último show. Con un aliciente: los originales que estarán en el tour serán sólo Phil Collins (voz), Mike Rutherford (guitarra) y Tony Banks (teclados) con el agregado de los frecuentes sesionistas del Genesis original, Chester Thompson (bajo) y Daryl Stuermer (batería); optando así por prescindir del cantante original del grupo Peter Gabriel y el guitarrista Steve Hackett. La motivación parece ser una mezcla de amistad duradera con una intención de revivir alicaídas carreras como solistas.
Otras vueltas afamadas nos muestran a un Bunbury (forzosamente?) amigado con su pasado y volviendo con los Héroes Del Silencio, a The Jesus And Mary Chain tratando de recuperar envión para sus carreras, a Rage Against The Machine superando a Audioslave y volviendo a lo que saben hacer bien, en fin... Todo un aluvión de regresos que nos muestran una sola cosa: que el mundo del rock está sumamente falto de ideas. Y necesita alimentarse de viejas y nostálgicas vueltas para sobrevivir.
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